2013-08-29

[Hay días...]


Hay días en los que pierdo
la sana costumbre de vivir,
en los que me acuesto con la alegría
y abrazada, descansando su cabeza sobre mi pecho,
amanece conmigo la sensación de haberlo perdido todo.

Y me levanto. Y ruego a Dios
que sobre mis mares no impere la zozobra,
que sobre mi cabeza no baile la angustia,
que entre mis manos no tema conjugar futuros.

Y desayuno. Y me pregunto el porqué
de esta tonelada sobre mi espalda
y el marchito recuerdo en mi boca.

Hay días en los que me doy cuenta
que no te has ido parasiempre,
en los que recuerdo
que andas en otra habitación de la casa,
de viaje,
o acaso solo paseando tu belleza por los parques.

Que eres y existes.

Y que, para mi suerte, estás conmigo.

2012-09-24

Abstracto sobre papel

A quién engañamos:
no somos los mismos.
Tampoco pretendemos serlo,
pero surge en nosotros esa necesidad
de amarrar el presente al pasado,
de reinventar, a la luz de este instante,
el futuro.

A quién engañamos cuando tomamos nuestras manos,
ebrias de nervios,
ansiosas por el "después";
cuando creemos que la vida es ese caos
que no existe en nuestros silencios
sino en el momento en el que se nos perdió
la oportunidad de darle forma al destino.

No sé ya si quien tengo al frente es quien creo;
tampoco si frente a ti esté yo,
sólo sé que la vida es instante,
el tiempo que separa tu cuerpo del mío.

A quién engaño. Soy incongruencia.
Hay veces en las que no recuerdo cómo ser yo.



Hay veces en las que no recuerdo cómo ser yo.

2012-08-07

Sebastián Salazar Bondy - "Testamento Ológrafo"


Dejo mi sombra,
una afilada aguja que hiere la calle
y con tristes ojos examina los muros,
las ventanas de reja donde hubo incapaces amores,
el cielo sin cielo de mi ciudad.
Dejo mis dedos espectrales
que recorrieron teclas, vientres,
aguas, párpados de miel
y por los que descendió la escritura
como una virgen de alma dehilachada.
Dejo mi ovoide cabeza, mis patas de araña,
mi traje quemado por la ceniza de los presagios,
descolorido por el fuego del libro nocturno.
Dejo mis alas a medio batir, mi máquina
que como un pequeño caballo galopó año tras año
en busca de la fuente del orgullo
donde la muerte muere.
Dejo varias libretas agusanadas por la pereza,
unas cuantas díscolas imágenes del mundo
y entre grandes relámpagos algún llanto
que tuve como un poco de sucio polvo en los dientes.
Acepta esto, recógelo en tu falda como unas migas,
da de comer al olvido con tan frágil manjar.

2012-06-12

¿Por qué escribes en un blog?


"Pocas veces se escribe por alegría. Generalmente, uno escribe porque está triste". Ésa es acaso una de las frases más oídas por aquellos que empuñan un lápiz y se desgracian sobre el papel. ¿Pero será totalmente cierto?

Sin considerarme escritor o cualquier cosa que se le parezca, confieso que me pasa algo parecido, aunque no sólo me remitiría a la tristeza, sino a otro tipo de vicios sentimentales, tales como la ansiedad, el miedo, el querer huir o el agobio.

Sin embargo, no creo que el razonamiento pueda aplicarse a contrario sensu, es decir, "no escribo porque estoy contento". ¿A alguien se le podría ocurrir semejante locura? Yo creo que en esos casos, más bien, se trata de que uno no escribe porque está más ocupado viviendo que por cualquier otra cosa. Claro, con esto no quiero decir que aquellos que se entreguen a las letras no tengan vida, pues mucho de lo que se escribe parte de la experiencia propia o la de terceros, es decir, de lo que se vive.

A mí, por ejemplo, lo que me mantuvo (y acaso mantiene) lejos del blog es un poco esa vorágine que es la vida, sobre todo la de la capital, en donde el tiempo es un monstruo gigante que te amenaza con robarte la existencia a punta de minuteros. Entonces, he corrido como loco a vivir lo que se puede.

Lo que me trae aquí, en realidad, es esa necesidad (tan) humana que es querer expresar, eso que evita que explotemos de distintas formas o que, por lo menos, facilita que lo hagamos de forma pacífica, como consecuencia de sentimientos positivos o negativos. Tan sólo por sentir y decir; así te escuchen muchos, pocos o ninguno... Simplemente decir.

2012-06-06


No me voy a molestar en averiguar de dónde vino ese pensamiento. Suprarrealidad al traspolar tiempos, conjugaciones, verbos, sustantivos. Todo se resume en esas dos letras que están vedadas al hoy.

Siempre.

2012-05-25

Statement


Me basta saber que existe ese hálito, ese pequeño espacio donde habitan los días a los que se les arrebató el nombre. La delgada línea que divide el recuerdo límpido del corrompido. Cierra los ojos y regalémonos la sonrisa.

2012-01-08

Pier Paolo Pasolini - "Al Príncipe"


Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mí toda la vida…
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo, ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa también de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz.

De “La religión de mi tiempo” 1961

Versión de Delfina Muschietti

2011-12-01

Woody Allen


Bueno, hoy es el cumpleaños de uno de mis cineastas favoritos: Woody Allen. A riesgo de ser spoiler, les dejo el monólogo introductorio de la que me parece -sin duda- su mejor pela: "Annie Hall".

¡Feliz cumpleaños, genio!



Pd: Hay frases del subtitulado que no se logran ver por el ancho de la pantalla. Pueden llevar el cursor del mouse a la esquina izquierda del vídeo y cliquear en el nombre el título del vídeo para verlo completo en YouTube.

2011-11-30

Hunting


Hoy estaba probando mis vinilos mientras hacía la tesis. Todavía no había almorzado, lo cual (en buen cristiano) significa que me cagaba de hambre. Me dio mucho sueño y entonces decidí tomar una siesta no mayor a quince minutos. Ahí estaba yo: tirado como mamarracho en la cama de mi hermana, en este cuarto que ya casi es el mío gracias a que la PC está empotrada en este estante que ustedes no alcanzan a ver.

Como banda sonora tenía "El Pájaro de Fuego" de Igor Stravinsky, interpretada por la London Symphony Orchestra, dirigida por Leopold Stokowski. Brindo los datos certeros para que se ubiquen mejor en la sórdida escena. Para morir. Sólo para que se den una idea:





De pronto, estaba en una casa de dos pisos, blanca, con atavíos de madera. Una casa grande. Yo andaba en el segundo piso, cuando, entonces, la musiquita se intensificó y apareció una suerte de verdugo que ajusticiaba a tipos allá abajo, en el primer piso. Cuando acabó con todos, miró hacia arriba, donde estaba yo, en el hall pequeño donde estaba la televisión en la pared. No sé qué veía en la tele (tampoco creo que tenga relevancia a estas alturas), el tema es que vino por mí. Subió las escaleras de madera a paso fugaz. No pude ver bien qué traía puesto, pues mis ojos se concentraron exclusivamente en su espantoso su rostro. Podría afirmar que sus ojos eran saltones y su expresión más mala que la de un sid (saben qué es un sid, ¿verdad?). Es más, podría jurar que sólo era una cabeza si no fuera porque vi que traía algo así como una túnica.

Mientras subía raudo las escaleras, supe que algo tenía que hacer: correr. Volver por el único camino al segundo piso era toparme con él y con el arma que, de veras, no recuerdo cuál era, así que sólo atiné a saltar desde el segundo piso. Caí en unos muebles, incorporándome al instante, consciente de que el verdugo tenía la misma resolución que yo para saltar desde esa altura. Seguí corriendo y volví a subir a ese hall. El tipo corrió tan rápido que por un momento sentí que respiraba en mi nuca. Cuando llegué al mismo lugar donde empezó todo, volví a saltar para evitar ser cazado. Fue entonces cuando volví en mí. Caí en el mueble, pero, en realidad, desperté en mi cama (bueno, la cama de mi hermana). Sí: Todo había sido una puta pesadilla.

Al parecer hay algo que me persigue y me persigue, así que mejor voy a hacerle la lucha antes de que acá (en la vida real) sí me alcance... No lo hará la muy cabrona.

2011-11-28

"No ayudes a afilar esa máquina contra mí, acércate, deja que te conozca"


LLAMADO A ALGUNOS DOCTORES

Dicen que no sabemos nada, que somos el atraso, que nos han de cambiar la cabeza por otra mejor.

Dicen que nuestro corazón tampoco conviene a los tiempos, que está lleno de temores, de lágrimas, como el de la calandria, como el de un toro grande al que se degüella, que por eso es impertinente.

Dicen que algunos doctores afirman eso de nosotros, doctores que se reproducen en nuestra misma tierra, que aquí engordan o que se vuelven amarillos.

Que están hablando, pues: que estén cotorreando si eso les gusta.
¿De qué están hechos mis sesos? ¿De qué está hecha la carne de mi corazón?
Saca tu larga vista, tus mejores anteojos. Mira, si puedes.
Quinientas flores de papas distintas crecen en los balcones de los abismos que tus ojos no alcanzan, sobre la tierra en que la noche y el oro, la plata y el día se mezclan. Esas quinientas flores, son mis sesos, mi carne.

¿Por qué se ha detenido un instante el sol, por qué ha desaparecido la sombra en todas partes, doctor?
Pon en marcha tu helicóptero y sube aquí, si puedes. Las plumas de los cóndores, de los pequeños pájaros se han convertido en arco iris y alumbran.
Las cien flores de la quinua que sembré en las cumbres hierven al sol en colores, en flor se ha convertido la negra ala del cóndor uy de las aves pequeñas.

Es el mediodía; estoy junto a las montañas sagradas: la gran nieve con lampos amarillos, con manchas rojizas, lanzan su luz a los cielos.
En esta fría tierra, siembro quinua de cien colores, de cien clases, de semilla poderosa. Los cien colores son también mi alma, mis infaltables ojos.
Yo, aleteando amor, sacaré de tus sesos las piedras idiotas que te han hundido. El sonido de los precipicios que nadie alcanza, la luz de la nieve rojiza, de espantado, brilla en las cumbres. El jugo feliz de los millares de yerba, de millares de raíces que piensan y saben, derramaré tu sangre, en la niña de tus ojos.

El latido de miradas de gusanos que guardan tierra y luz; el vocerío de los insectos voladores, te los enseñaré hermano, haré que los entiendas. Las lágrimas de las aves que cantan, su pecho que acaricia igual que la aurora, haré que las sientas y las oigas.
Ninguna máquina difícil hizo lo que sé, lo que sufro, lo que gozar del mundo gozo. Sobre la tierra, desde la nieve que rompe los huesos hasta el fuego de las quebradas, delante del cielo, con su voluntad y con mis fuerzas hicimos todo eso.

No huyas de mi doctor, acércate Mírame bien reconóceme. ¿Hasta cuándo he de esperarte? Acércate a mí; levántame hasta la cabina de tu helicóptero. Yo te invitaré el licor de mil savias diferentes.
Curaré tu fatiga que a veces te nubla como bala de plomo, te recrearé con la luz de las cien flores de quinua, con la imagen de su danza al soplo de los vientos; con el pequeño corazón de la calandria en que se retrata el mundo, te refrescare con el agua limpia que canta y que yo arranco de la pared de los abismos que templan con su sombra a nuestras criaturas.
¿Trabajaré siglos de años y meses para que alguien que no me conoce y a quien no conozco me corte la cabeza con una máquina pequeña?

No, hermanito mío. No ayudes a afilar esa máquina contra mí, acércate, deja que te conozca, mira detenidamente mi rostro, mis venas, el viento que va de mi tierra a la tuya es el mismo; el mismo viento que respiramos; la tierra en que tus máquinas, tus libros y tus flores cuentas, baja de la mía, mejorada, amansada.

Que afilen cuchillos, que hagan tronar zurriagos; que amasen barro para desfigurar nuestros rostros; que todo eso hagan.
No tememos a la muerte, durante siglos hemos ahogado a la muerte con nuestra sangre, la hemos hecho danzar en caminos conocidos y no conocidos.
Sabemos que pretenden desfigurar nuestros rostros con barro; mostrarnos así, desfigurados, ante nuestros hijos para que ellos nos maten.

O sabemos bien qué ha de suceder. Que camine la muerte hacia nosotros; que vengan esos hombres a quienes no conocemos. Los esperaremos en guardia, somos hijos del padre de todos los ríos, del padre de todas las montañas ¿es que ya no vale nada el mundo, hermanito doctor?
No contestes que no vale. Más grande que mi fuerza en miles de años aprendida; que los músculos de mi cuello en miles de meses; en miles de años fortalecidos, es la vida, la eterna vida mía, el mundo que no descansa, que crea sin fatiga; que pare y forma como el tiempo, sin fin y sin principio.

José María Arguedas

Pd.- Un día como hoy, 28 de noviembre de 1969, en un baño de la Universidad Agraria, José María Arguedas decidió terminar con su vida. El balazo no lo mató sino varios días después, aunque él había calculado morir instantáneamente el 28. Este poema suyo es sinceramente hermoso. Va como homenaje,

Iván Thays



Nota: Acabo de reproducir el post de Iván Thays en Moleskine Literario que recoge un hermoso poema de Arguedas. Aquí el link.

2011-11-27

El Proyecto Conga: ¿Oro y/o agua?


Lo que está ocurriendo en poblados de Cajamarca (Proyecto Conga) trasciende el hecho que los beneficios de la minería no lleguen a la gente. En su concepción (y, por supuesto, la nuestra) el agua es su fuente de vida. Como me dijo una vez mi amiga Mari: "Ellos han establecido sus viviendas en función de las fuentes de agua que existen". En todo caso, las palabras de una pobladora de Rejopampa son más que elocuentes: "Así no tengamos qué comer, pero siquiera el agua debe haber".

Creo que puede existir una minería social y ambientalmente responsable, pero esto de Conga me deja muchas dudas. ¿Cómo pedirle a las poblaciones de San Juan, Choropampa y Magdalena que crean en la minería luego del derrame de mercurio de 2000 por "obra y gracia" de Yanacocha?.

Lo de Cajamarca no hace sino confirmar un mal endémico de nuestra sociedad: la falta de empatía. ¿Qué harías tú si estuvieras en su lugar?.



Vídeo: Programa "Punto Final" - Frecuencia Latina

2011-11-25

Constantino Cavafis - Ítaca


Cuando emprendas tu viaje a Ítaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Ítaca te enriquezca.

Ítaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Ítaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Ítacas.

2011-11-24

Thanksgiving Day (Día de Acción de Gracias)


Más allá del origen religioso, aquí también deberíamos celebrar el "Día de Acción de Gracias" (Thanksgiving Day). Tenemos mucho que agradecer, pero no lo hacemos.

A mí se me hace que somos muy malagradecidos. Nos quejamos de todo y de todos, pero muy pocas veces nos detenemos a reconocer lo bueno y a dar las gracias por ello. Y es que, si todo está tan jodido como dicen, cuando te topas con algo/alguien bueno, lo mínimo que puedes hacer es estar agradecido de haber encontrado la aguja en el pajar.

Sé agradecido con lo que tienes.